Giro del Destino representa la dualidad del destino a través de dos formas en movimiento. El círculo cerrado simboliza los ciclos repetitivos de la vida, mientras que la espiral, en su giro, refleja el progreso y la evolución. Las bolas amarillas que aparecen en ambos elementos marcan puntos de cambio clave, como si fuesen hitos en el viaje del destino. La obra fusiona lo orgánico con lo industrial, invitando a reflexionar sobre cómo los giros del destino moldean nuestra existencia.