Escalera Cúbica es una escultura abstracta que desafía la percepción tradicional de la forma y el equilibrio. Cinco cubos metálicos, cada uno con un acabado oxidado que evoca la pátina del tiempo, se apilan verticalmente, creando una estructura ascendente que recuerda a una escalera.
La simplicidad geométrica de los cubos contrasta con la complejidad de la textura oxidada, generando un juego visual que invita a la contemplación. La oxidación, lejos de ser un signo de deterioro, se convierte en un elemento estético que realza la belleza intrínseca del metal, otorgándole una sensación de solidez y permanencia.
Esta obra es un homenaje a la resistencia del metal y a la belleza que surge de su interacción con el tiempo y los elementos.